
En el camposanto hay cinco tumbas preparadas, los otros cuatro fallecidos son del pueblo vecino que, también hoy, se ve sacudido por el mismo dolor. El anciano párroco recita sus oraciones. A alguno de los que ahora está enterrando les dio la primera comunión y los vio crecer hasta convertirse en hombres. Intenta mantenerse sereno, aunque le tiembla la voz y los ojos se le llenan de lágrimas. Cuando todo termina, abraza a las familias y regresa lentamente a la iglesia. Desde ayer parece que los años se le vinieron encima de repente. El cortejo emprende el camino de vuelta, allí ya está todo hecho, los muertos descansan en paz.

Avelino está tirado al fondo de la galería. No sabe cuánto tiempo, las horas pasan muy despacio en la oscuridad y el silencio. No puede moverse, una gran piedra le aplastó la pierna derecha. No está muy seguro de lo que pasó, sólo recuerda que fue más adentro que sus compañeros para ir apuntalando el techo. Un poco más atrás de donde él se encontraba, los picadores estaban taladrando la pared cuando se oyó el siseo inconfundible de un escape de grisú. El grito de uno de ellos: “¡Grisú! Guajes correi” alertó a los demás. Cuando quiso darse cuenta, la galería se le vino encima. Está seguro que muchos han caído con la explosión y él sigue vivo, aunque no sabe por cuanto tiempo. Está allí, atrapado sin Juegos de frozen.
Durante las primeras horas no oía ningún ruido, luego no se acuerda si se durmió o perdió el conocimiento. Hace poco, empezó a escuchar ruidos y murmullos pero no logra ubicarlos para poder saber de dónde vienen. Sabe que no pararán hasta dar con él, pero piensa que quizá no lleguen a tiempo. O igual en una de esas, cede la viga de madera bajo la que está parapetado. Tiene frío y sed, mucha sed. Con la explosión, el polvo del carbón se le metió en la garganta y los pulmones y siente su sabor. Tiene que mantenerse tranquilo y no perder la esperanza. Esperanza… no puede verse la pierna atrapada, pero ya no le duele y eso no es buena señal. La piedra que tiene encima es de grandes dimensiones y ha debido aplastarla por completo.